La palabra obsesión proviene del término latino obsessio (asedio). Se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. La obsesión tiene un carácter compulsivo y termina por adquirir una condición penosa y angustiante para quien la sufre. Cuando las obsesiones y las compulsiones se han hecho crónicas, se habla de una neurosis que perturba la vida normal del sujeto y que se transforma en un trastorno obsesivo-compulsivo generando un alto nivel de ansiedad y angustia en la persona que lo sufre. Por lo general la obsesión hace que una persona dedique gran parte de su tiempo a ese tipo de pensamientos y termine mostrando conductas socialmente peligrosas para él mismo y para otros. Las obsesiones pueden tener que ver con angustias de tipo sexual, personal, laboral, emocional, económica y muchas otras y provocan que el sujeto se aisle de la sociedad. El tratamiento farmacológico con antidepresivos es un método eficaz para poder sobrellevar estos trastornos obsesivos. Se puede llegar a tener obsesión hacia una persona, también hacia un Alcalde, por eso es bueno que todos sepáis la definición de esta palabra para adjuntarla a vuestro vocabulario.
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